lunes, 29 de diciembre de 2008

En primera persona


Escribo porque me gusta y porque siento la necesidad de hacerlo. Escribo desde la soledad y para mantener vivo el espíritu de búsqueda del que hablaba Unamuno, aunque a veces no sepa qué es exactamente lo que busco cuando escribo. La literatura es para mí una forma de ver y entender el mundo, una manera, entre otras, de sentirme vivo, un modo de ejercer mi libertad personal. La memoria sustenta siempre mi escritura y la melancolía de los sueños imposibles, desarbolados en el árido combate contra la dureza altiva de la vida. Lo que más me gusta es escribir, pero también leer lo que otros han escrito, siempre que me resulte dulce y útil. Como escritor soy hijo de mi tiempo y así lo testimonian mis ficciones. Escribo, secretamente, para quedar y aspiro, ignoro si en vano, a dejar alguna obra que, cuando ya no esté, hable de mis pasos en la tierra.

Nota. En abril de 2005 la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, con sede en Salamanca, me invitó a un encuentro con los lectores. Fue una experiencia muy enriquecedora para mí. Días después me pidieron que les escribiera un texto breve para el banco de datos S.O.L. (Servicio de orientación a la lectura). Reproduzco aquí el texto que allí se puede consultar. Sigo pensando, tal vez insensatamente, lo mismo.

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