miércoles, 4 de marzo de 2009

En defensa de la Filología Hispánica


Me llega, a través de un correo electrónico que me envía mi amigo Javier Lluch, la noticia de la intención de cerrar cuatro carreras de filología, entre ellas la hispánica, en la Universidad del País Vasco. Me adjuntan Javier y Natalia Vara Ferrero un manifiesto con la intención de darle publicidad y mostrar así el rechazo y la solidaridad. Lo cuelgo aquí, en las páginas de mi blog, con esa intención. Una sociedad que arrincona este tipo de enseñanza y conocimientos humanísticos no va en la buena dirección, levanto pues mi voz contra ello.

Ante los rumores aparecidos en prensa sobre la desaparición de las titulaciones de Filología Hispánica, Francesa, Clásica y Alemana en la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, los alumnos y profesores de la Facultad de Letras manifestamos lo siguiente:

1) La eliminación de estas cuatro filologías supone la amputación de una parte fundamental del patrimonio cultural de la Comunidad Autónoma Vasca, con la disminución del capital intelectual y simbólico que ello supone y el coste social que implica en el marco europeo en que nos ubicamos.
2) Tal como define la L.O.U. y los Estatutos de la UPV-EHU una de las funciones principales de la Universidad es la “preparación para el ejercicio de actividades profesionales”, pero es indiscutible que entre las funciones que se definen para la institución universitaria en la propia ley, tal como recogen los citados estatutos, se encuentran también “la difusión del conocimiento y la cultura”, “el desarrollo de la ciencia […] así como […] la transferencia del conocimiento al servicio de la cultura, de la calidad de la vida” y la formación de una actitud “crítica”.
3) No puede estructurarse la enseñanza superior atendiendo exclusivamente a la servidumbre a un sistema económico y social que proyecta sus beneficios económicos a corto plazo. La rentabilidad social de los estudios humanísticos y de las filologías en particular es mucho mayor que los beneficios económicos directos que se producen en un sistema de mercado como el que soportamos.
4) El papel de la investigación y de la transferencia de conocimientos en Filología es sin duda más difuso que en los dominios de las ciencias duras, pero su impacto social y cultural es al menos tan profundo y duradero como el de aquellas.
5) La eliminación de las cuatro titulaciones de Filología en la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea plantea el problema fundamental de la redefinición del saber en el estadio actual y del papel que la enseñanza superior, pública y de calidad, desempeña en nuestra sociedad.
6) La eliminación de estas cuatro titulaciones de la Universidad pública abre el debate sobre la implantación de un modelo privatizado en la enseñanza pública.
7) A su vez, la eliminación de estas cuatro titulaciones cuestiona y desarticula el futuro de la enseñanza secundaria en la Comunidad Autónoma Vasca y su valor como servicio público obligatorio e indispensable para la formación de los ciudadanos. ¿Qué sucederá cuando la demanda de nuevos filólogos en secundaria no pueda ser satisfecha? ¿Quién va a desempeñar esa labor?
8) Es necesario repensar el papel de la investigación y la transmisión del conocimiento en la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y en la propia sociedad vasca, y el papel esencial que en ésta desempeñan los estudios de Filología.
9) El estudio de las filologías no es sólo un modo de erudición, sino una forma de profundización en la cultura y de construcción de una identidad histórica y social, tanto en nuestra comunidad como en el contexto europeo.
10) La Universidad debe seguir desempeñando el papel de garante de una conciencia crítica en la sociedad, a la que sirva como espacio de reflexión y de defensa rigurosa de los valores de un sistema plural.

También me adjuntan algunas direcciones de correo electrónico para hacer llegar la protesta por este hecho, o intención, tan lamentable; igualmente, las adjunto aquí.

jtpgoori@bi.ehu.es

gvpgomuc@lg.ehu.es

vvgvicer@vc.ehu.es

Me acuerdo ahora, mientras escribo el cierre de esta entrada, de José Manuel Blecua y de Ignacio Soldevila y pienso en lo que ellos opinarían de estas nefastas intenciones. En fin... Mi solidaridad con los profesores y alumnos de Filología Hispánica, y de las demás, naturalmente, de la Universidad del País Vasco.

6 comentarios:

  1. Sí, Javier, hay que levantar la voz porque si nos quedamos callados los nuevos tecnócrats acabarán arrasándonos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu apoyo! Linkeamos tu blog desde el nuestro,¿de acuerdo?

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  3. Javier, muchas gracias por recoger nuestro manifiesto y apoyarnos. Los alumnos y profesores estamos convencidos de que cuanta mayor repercusión tenga la protesta menos posibilidades de éxito tendrá. De todos modos, como bien decís Fernando y tú, la reflexión debería ser global y todos deberíamos plantearnos cuál es el papel de la universidad y cómo debe ser realmente la universidad pública a la que nos están conduciendo, para que el actual modelo masificador y servicial con el mercado no sea el que triunfe.
    Un saludo, Natalia

    ResponderEliminar
  4. Aunque sea a través de este medio electrónico y virtual, vale la pena alzar la voz contra estas barbaridades que se cometen en el mundo de la educación día sí y día también, Fernando.
    Me llama la atención, jesuhristo, seas quien seas, el empleo de ese verbo "linkeamos"; ya que de filología hablamos podría decirse copiamos o tomamos de tu blog, no sé; de todos modos "linkear", de acuerdo.
    Yo creo, Natalia, que lo que no se puede estar es improvisando cada dos por tres en los temas educativos y da la impresión de que eso, la improvisación, se haya convertido en pauta de actuación para algunos. Ya lo dijo en su día Jordi Llovet cuando se jubiló, el arrinconamiento de las humanidades en un signo del despropósito y del empobrecimiento social y cultural hacia el que caminamos o nos hacen caminar. Muchos planes para incentivar la lectura, muchas bibliotecas que se abren y la fuente de la formación académica, esto es, las carreras de Filología se cierran por falta de alumnos. Lo que hay que ver. En fin...
    Gracias por los comentarios. Un abrazo, Javier.

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias por tu apoyo.
    Ante tales barbaries no podemos quedarnos callados. ¡Qué será lo próximo!

    ResponderEliminar