domingo, 31 de mayo de 2009

Poesía



POESÍA

Quise saberlo todo de ti,
de una manera natural y sencilla,
como el árbol lo sabe todo de la lluvia,
como la noche nada ignora del misterio.
Pero esquiva y distante como fuiste,
igual que una amante desdeñosa y fría,
el dulce favor me negaste de tu caricia.
Un desierto de torpes palabras sin rima,
un oscuro laberinto de voces y sueños,
una ruidosa soledad de versos sombríos.


Nota: Esto es lo que de bueno permite el blog. Relees una entrada, no te gusta, te parece innecesaria o poco afortunada, la eliminas. ¡Ojalá todos los errores se pudieran corregir de la misma manera!

4 comentarios:

  1. Javier, al final nos queda la soledad.

    Muy profundo y personal.

    Un abrazo.

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  2. Javier Quiñones8 de junio de 2009, 0:13

    Gracias por tu comentario, Javier. He visitado tu blog y me ha gustado mucho, así que lo he puesto en "enlaces" del mío.
    Bravo por esa faceta tuya de editor de poesía, "heroica", como dije en blog amigo de Juan Antonio.
    Un abrazo, Javier.

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  3. Me ha gustado mucho el poema, saludos.

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  4. Gracias, Emy, por tu comentario.
    Un saludo, Javier.

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