Querido Javier, querido tocayo. Si semejante pregunta, referente y constante vital, la hubiera lanzado éste o aquél, a estas horas varias docenas de amables comentarios poblarían tu cuaderno tratando de responderte amablemente, o de infundirte ánimos ante tu evidente bajo tono, a de adularte incomprensiblemente..., pero lo has preguntado tú, que, al parecer, no eres quién, de modo que sólo obtienes una triste respuesta, acaso luego sean dos...
No somos otra cosa que eso, cosas, cosificaciones de la realidad absurda en que creemos movernos y que al ojo, y éste al cerebro, engaña. En todo caso, por si te supone cierto consuelo, quien escribe es escribidor. Lo de profesor... me temo que sólo aprende quien realmente lo necesita.
Te ruego que disculpes mis desvaríos, pero es que apenas como...
Como dice Javier, todo es cuestión de clasificaciones y sobre todo del uso en cada momento y de quien lo clasifica. Somos hijos, hermanos, contribuyentes, amigos, pacientes, unidades de consumo, amados y amadores, aficionados, andariegos, lectores, carne de cañón... y no se acaba nunca, nuestros genes aspiran a perpetuarse y mientras tanto nosotros hacemos lo que podemos.
Querido Javier, querido tocayo. Si semejante pregunta, referente y constante vital, la hubiera lanzado éste o aquél, a estas horas varias docenas de amables comentarios poblarían tu cuaderno tratando de responderte amablemente, o de infundirte ánimos ante tu evidente bajo tono, a de adularte incomprensiblemente..., pero lo has preguntado tú, que, al parecer, no eres quién, de modo que sólo obtienes una triste respuesta, acaso luego sean dos...
ResponderEliminarNo somos otra cosa que eso, cosas, cosificaciones de la realidad absurda en que creemos movernos y que al ojo, y éste al cerebro, engaña. En todo caso, por si te supone cierto consuelo, quien escribe es escribidor. Lo de profesor... me temo que sólo aprende quien realmente lo necesita.
Te ruego que disculpes mis desvaríos, pero es que apenas como...
Un abrazo.
Gracias, Javier, por tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier Q.
Como dice Javier, todo es cuestión de clasificaciones y sobre todo del uso en cada momento y de quien lo clasifica.
ResponderEliminarSomos hijos, hermanos, contribuyentes, amigos, pacientes, unidades de consumo, amados y amadores, aficionados, andariegos, lectores, carne de cañón... y no se acaba nunca, nuestros genes aspiran a perpetuarse y mientras tanto nosotros hacemos lo que podemos.
Salud
Francesc Cornadó