Repaso, en esta fecha de aniversario las últimas entradas, y me doy cuenta de que el blog se me está volviendo, cada vez más, una suerte de diario de anotaciones. La etiqueta que más predomina es la de diario. Ni me molesta ni me parece mal. Dejemos que las cosas transcurran por el rumbo que ellas mismas elijan. Tan absurdo sería acotarlas como ponerle puertas al campo. Adelante, pues.
Brevedad sobre todo. Escribir textos breves que se puedan leer en una visita rápida. Sin contar palabras ni oraciones. Lo ideal: dos párrafos, tres a lo sumo, pero breves. Acotar el espacio como en la columna periodística. No cansar al lector como norma sagrada. Libertad absoluta en los temas tratados. Mantener abierta la comunicación por si alguien tiene a bien dejar contribuciones en forma de comentario. Seguir contando las visitas sabiendo que ni significa nada ni tiene el menor sentido. Escribir entradas como quien manda mensajes en una botella.
Felicidades, Javier, son muy sabias tus premisas. Yo te he venido siguiendo estos tres años, mi blog nació casi a la vez que el tuyo, y espero seguir hacíendolo más tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Felicidades y adelante, que siempre hay alguien al otro lado del océano para leer los mensajes. Felices fiestas.
ResponderEliminarReglas de estilo muy de agradecer por parte de nosotros, tus lectores.
ResponderEliminarAdemás me gustan casi todos los temas que tratas, de modo que poco más se puede pedir.
Enhorabuena.
¿Y qué más podemos hacer, Javier?
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas felicidades, Javier.
ResponderEliminarSuscribo además, palabra por palabra, tu concepto del blog.
Un cordial saludo.
Gracias, amigos, reconforta saber que hay alguien al otro lado.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz Navidad, Javier.