Leo Cuadernos de La Romana, de Gonzalo Torrente Ballester y me encuentro con este lúcido pasaje que, a pesar de que hayan transcurrido casi cuarenta años, serviría para describir con toda precisión la enseñanza de la literatura en la educación secundaria de nuestros días; donde pone Don Quijote, eso sí, deberíamos escribir La Celestina:
15 de octubre. Primer día de clase. Todavía no tengo una impresión, ni buena ni mala. He comprobado, eso sí, que a lo chicos de sexto no les interesa la Historia de la Literatura ni creen que sirva para nada, ni siquiera los de Letras. Es algo que hay que aprobar, como Las Tres Marías. Intenté, en esta primera reunión, explicarles lo más elemental de lo que es la Historia (en el caso de yo lo sepa a ciencia cierta); les sorprendió mucho saber que la que vamos a estudiar no consiste en el catálogo de autores y de obras, ordenados más o menos cronológicamente, que se deduce del texto.
Cuando los de Literatura de C.O.U. se enteraron de que vamos a empezar por el "Quijote", intentaron, después de un tacto de codos, rechazarlo. Tuve que leerles el texto de la disposición oficial en que se prescribe su lectura íntegra, y sólo así lo aceptaron. No de buena gana, por supuesto. Uno de ellos (que dice haberlo leído) lo definió como un "rollazo" escrito en un idioma ininteligible y totalmente inútil, puesto que de su lectura "no se saca ninguna enseñanza". ¡Estamos listos! Supongo que el pobre chico no ha hecho más que repetirme algo que ha oído.
Nota. La cita procede de la primera edición de la obra, en la colección Áncora y Delfín nº 469, de Ediciones Destino, Barcelona, mayo de 1975. La fotografía la tomé en Roma en la primavera de 2007, en el mes de mayo.
Esto ocurría en 1975, entonces los chicos sabían que existe un libro titulado Don Quijote, algunos se cuestionaron si la literatura servía para algo. Hoy el panorama es distinto: en nuestras aulas apenas saben qué es eso de la literatura y muy pocos saben, tan pocos que se podrían contar con los dedos de una oreja, qué cosa es esa del Quijote, desde luego ninguno puede opinar de que si el lenguaje de Cervantes es inteligible o no, para esos jóvenes todo es ininteligible excepto la informática. Tengo ejemplos.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
¡Gran libro este de Torrente! Recuerdo también aquellas "Cotufas en el golfo" de ABC y antes la "Torre del aire", todavía en Informaciones.
ResponderEliminarAbrazos,
Joaquín
Gracias, Francesc y Joaquim, por vuestras aportaciones.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.