martes, 28 de enero de 2014

Tanka del viento



TANKA DEL VIENTO
                          
Se queja el viento
sobre la luz de enero
desordenando
el agua y las palmeras
que cobijan su nombre.



Nota. La fotografía está tomada el domingo veintiséis de enero en el paseo marítimo de Llançà, junto al monumento, obra de Domènec Fita i Molat,  dedicado a la memoria del escritor catalán Pere Calders. 

domingo, 19 de enero de 2014

Emilia Pardo Bazán: comer las rosas en ensalada


En 1883 se recogían en libro la serie de artículos que sobre el Naturalismo fue publicando la novelista gallega en La Época de Madrid entre el siete de noviembre de 1882 y el dieciséis de abril de 1883. Bajo el título de La cuestión palpitante, con un prólogo de Leopoldo Alas "Clarín", el libro vio la luz ese año en Madrid. Al segundo de esos artículos, "Entramos en materia", pertenecen estas luminosas palabras:

El artista de raza nota en sí algo que se subleva ante la idea utilitaria que constituye el segundo error estético de la escuela naturalista. Este error lo ha combatido más que nadie el propio Zola, refutando la obra póstuma de Proudhon. Es de ver a Zola indignado porque Proudhon intenta convertir a los artistas es una especie de cofradía de menestrales que se consagra al perfeccionamiento de la humanidad, y leer cómo protesta en nombre de la independencia sublime del arte, diciendo con donaire que el objeto del escritor socialista es sin duda comerse las rosas en ensalada.

No hay artista que se avenga a confundir así los dominios del arte y de la ciencia: si el arte moderno exige reflexión, madurez y cultura, el arte de toda las edades reclama principalmente la personalidad artística, lo que Zola, con frase vaga en demasía, llama el temperamento. Quien careciere de esa quisicosa, no pise los umbrales del templo de la belleza, porque será expulsado.

Aquel sentimiento inefable que en nosotros produce la belleza, sea él lo que fuere y consista en lo que consista, es patrimonio exclusivo del arte.

domingo, 12 de enero de 2014

Una cruz en el camino


Circulando por las carreteras de la Sierra de Gata, veo esta cruz a la vera del camino. Detengo el coche. Hay una casa solariega al lado y un pequeño huerto donde se alza la cruz, de un tamaño considerable, como si quien la levantó quisiera que se viera desde la carretera. No hay nadie. Aparco el coche debajo de un inmenso eucalipto, a la entrada del camino hacia la casa. En uno de sus muros está escrito, lo veo al pasar,con letras grandes, la leyenda "ZP traidor", que otros han intentado borrar. Me acerco al pie de la cruz. Ninguna señal, ningún nombre, ninguna fecha. 



¿A quién estará dedicada esta cruz? ¿A alguien que tuvo aquí un accidente de tráfico o a alguien que murió en este lugar, en este huerto de modo violento y contra su voluntad? Imposible saberlo, no hay nadie a quien preguntar. Veo la casa a lo lejos mientras regreso al coche.


Conociendo la represión que en esta comarca se vivió durante las primeras semanas de la guerra civil, pienso que tal vez la cruz esté dedicada a una o a varias víctimas de aquel pasado nuestro tan violento. Nunca lo sabré. Han transcurrido demasiados años, pero la cruz sigue ahí para recordar al viajero que alguien murió en ese preciso lugar.

Continúo el camino hacia Hoyos. He dejado atrás Valverde del Fresno y San Martín de Trevejo. Hermosa tierra de Extremadura, ¡qué entrañable me resultas!