En los parques de Bruselas bajo la nieve
Languidece la luz aletargada
Tiritando de frío entre las ramas
Desoladas y yertas de los árboles
Llora el cielo su acerada melancolía
Estremecida la fronda y marchita
Como si la vida estuviera ausente
Y fuera todo, padre, invierno y sombra.
Nota. Las fotos de esta entrada las tomó mi hija Marta en un parque de Bruselas el día 15 de febrero y me las cedió para ilustrar este poema de ausencia.
9 comentarios:
Qué buen poema, Javier. Tiene ecos machadianos:
Seguía su cuento
la fuente serena;
borrada la historia,
contaba la pena.
Me quedo con ese final estremecido:
Como si la vida estuviera ausente
Y fuera todo, padre, invierno y sombra.
Un abrazo
Gracias, Gemma, por tu comentario. Es un halago que señales los ecos machadianos. Hay que volver, querida amiga, a Machado, pero no solo a Antonio, también a Manuel. Sé que los "parques", las "frondas marchitas", las "ramas yertas" los evocan, a ellos y a otros modernistas, claramente, y me gusta que lo hayas visto. El latido, con todo, es personal, muy íntimo y también me alegra que lo resaltes. Es un lujazo tenerte de comentarista.
Un fuerte abrazo, Javier.
Me ha gustado muchísimo el poema, Javier. El último verso es especialmente brillante.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario, como siempre, José Miguel.
Un abrazo, Javier.
Hermosas fotos de tu hija que me hacen añorar esas avenidas y esos parques cubiertos por la nieve. Y hermoso poema lleno de melancolía y emoción contenida.
Un cordial saludo.
Gracias, Joselu, por tu comentario.
Un abrazo, Javier.
Gracias, Javier, por tu sensibilidad a la hora de juzgar mis reflexiones. A veces esa fragilidad es vital para poder apreciar la belleza y en tus palabras se percibe también ese componente inmaterial que me gusta experimentar.
Hermosas fotos, Javier, y buen poema. Felicito a Marta.
Gracias, Fernando, en nombre de los dos.
Un abrazo, Javier.
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