Dime, padre, si es verdad
que en el lugar que habitas
el tiempo existe también
y la melancolía
del otoño es la misma
que me dejó tu ausencia.
Dime, padre, si es verdad
que no todo termina
en soledad y muerte
que algo nuestro pervive
para siempre en lo eterno
más allá del olvido.
5 comentarios:
Eternas preguntas que sólo pueden hacerse a un padre.
Muy buen poema, inspiradísimo
Salud
Francesc Cornadó
Coincido con Francesc.
Un abrazo.
Y yo, con José Miguel. :-)
Un abrazo
Este poema es una de esas pruebas de que no todo termina. Al menos, permanecemos en la memoria de quienes nos quieren. Me gusta notar ese pequeño milagro en tu poema y en tu manera -no ya de recordar- sino de sentir la necesidad de hablar con tu padre.
Creo recordar que es algo bastante reciente, y el propio "pudor" de la emoción hace que llegue con mucha fuerza.
Saludos.
Me siento tan identificada con tus palabras que parece que sean mias.
Un abrazo
Que curioso,la palabra que me ha hecho escribir el blog para verificar ha sido patersic.
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