domingo, 27 de febrero de 2011

El camino de la felicidad



Estando tan cerca del camino de la felicidad, tras haber conocido a Paula al azar de una noche que todo lo cambia porque él no sabe nada de nada, Dionisio se deja arrastrar, como el cordero que inerme es llevado al sacrificio, hacia el camino de la ñoñería y la hiperclorhidria. Por eso esta obra de Miguel Mihura es, en certeras palabras de Fernando Valls, “una de las más pesimistas, tristes y sutilmente críticas de la historia del teatro español.” Como muy bien dejó dicho Francisco Ruiz Ramón, Tres sombreros de copa ilustra el tema de la libertad imposible, de la alienación del individuo:

En esa habitación y durante una noche se enfrentan ambos mundos y nace y muere el amor de Dionisio y Paula. Dionisio hace la experiencia de la libertad, de una libertad paradisíaca, más allá de toda convención y de toda norma, para renunciar irremediablemente a ella y regresar, deslumbrado aún, pero impotente, a la falsedad del universo de la norma y la convención, establecido, fijado y aceptado como único posible. Al renunciar Dionisio a la libertad redescubierta del ser humano, reingresando en el orden común establecido, queda consolidada la alienación.

2 comentarios:

Luis Valdesueiro dijo...

Ah, qué extraño placer descubrir de nuevo el término 'alienación'. Para quienes confunden su "real gana" con su "libertad",está definitivamente muerto, y no solo anticuado.
Saludos.

Javier Quiñones Pozuelo dijo...

Sin duda, Luis, es un término de otra época, con cierto regusto marxista. Gracias por tu comentario.
Un abrazo, Javier.