1
La soledad de los parques
y la luz indefinida
y nimbada de la tarde
dejan un poso en mi alma
de nostalgia y lejanía,
como si fuera la vida
la memoria de los sueños
y no este incierto presente
coronado de cipreses
y apuntalando ruinas.
2
Algunas veces la tarde
desmorona sus perfiles
y cuando nada esperamos
se precipitan las sombras
sobre el corazón cansado,
pierden su sitio las cosas
y hay un sabor de ceniza
estancado en la memoria,
entre las horas perdidas
y la bruma de los años.
Algunas veces la tarde
desmorona sus perfiles
y cuando nada esperamos
se precipitan las sombras
sobre el corazón cansado,
pierden su sitio las cosas
y hay un sabor de ceniza
estancado en la memoria,
entre las horas perdidas
y la bruma de los años.
3
Bill Evans desgrana notas
llenas de melancolía,
tristeza sobre el piano,
en la tarde gris de lluvia.
Su música me estremece,
me lleva por el camino
de los sueños quebrantados
y de las viejas nostalgias.
Cuando cesa la tormenta,
el vuelo de los vencejos
por detrás de los tejados.
Bill Evans desgrana notas
llenas de melancolía,
tristeza sobre el piano,
en la tarde gris de lluvia.
Su música me estremece,
me lleva por el camino
de los sueños quebrantados
y de las viejas nostalgias.
Cuando cesa la tormenta,
el vuelo de los vencejos
por detrás de los tejados.
4
Hay tardes inesperadas,
fuera de los calendarios,
imprecisas como niebla,
invisibles como sueños,
de luz esquiva y doliente,
de fotografías viejas,
de poemas repetidos.
Hay tardes en las que olvido
que de tu amor solo guardo
un referente de sombra.
Nota. Las fotografías que ilustran esta serie de poemas a la tarde pertenecen todas ellas a una serie sobre los almendros de los campos aragoneses en las cercanías del Moncayo y fueron tomadas una tarde de primavera.
1 comentario:
Bonitos almendros en flor, Javier. También me gustaron los poemas.
Un abrazo
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