miércoles, 16 de diciembre de 2015

Pérez Galdós: "...por indecente"


Leyendo la novela Tormento, de don Benito Pérez Galdós, me doy de bruces con el adjetivo de la polémica y de la discordia. La familia Bringas se ha cambiado de domicilio al inicio de la novela y nos encontramos a don Francisco decorando una de las paredes de la sala con ciertas dudas acerca de dónde colgar los cuadros; esta es la escena:

A pesar de la superioridad del criterio decorativo de Bringas, este no se fiaba de sí mismo, y quería consultar con su mujer peliagudos problemas.
   - Rosalía..., ven acá, hija... A ver dónde te parece que coloque estos cuadros. Creo que el Cristo de la Caña debe ir al centro.
   - Poco a poco: al centro va el retrato de Su Majestad...
   - Es verdad. Vamos a ello.
   - Se me figura que Su Majestad está muy caída. levántala un poquito, un par de dedos.
    - ¿Así?
    - Bien.
    - ¿En dónde pongo a O'Donnell?
    - A ese le pondría yo en otra parte... por indecente.
    - ¡Mujer...!

Como puede advertirse, Rosalía, la mujer de Bringas, da prioridad al retrato de "Su Majestad", esto es, Isabel II, frente a la imagen de Jesús durante la Pasión. No debe pasarse por alto la ironía, o si se quiere la anfibología, de la oración "Su Majestad está muy caída", sobre todo si se tiene en cuenta la inminencia de la revolución de 1868, la que en tiempo de Galdós se llamaba "La Gloriosa". Pero hay que detenerse en por qué llama la de Bringas "indecente" al general Leopoldo O'Donnell. Mejor, en vez de explicarlo yo mismo, que reproduzca la nota a pie de página de la edición de Vicens Vives preparada por Teresa Barjau y Joaquim Parellada que ya fue motivo de una entrada anterior en este blog; dice así:

El general Leopoldo O'Donnell, líder de la Unión Liberal, fue uno de los dos jefes de gobierno que se alternaron en el poder durante el reinado de Isabel II. Al calificarlo de indecente, Rosalía repite la opinión de la reina Isabel II y de su camarilla, con quienes tanto se identifica. O'Donnell perdió el favor real en julio de 1866 tras dirigir la represión de la insurrección popular que siguió al motín de San Gil. Pese a que el general mostró una gran dureza con los rebeldes, Isabel II juzgó que la represión había sido insuficiente, así que apartó a O'Donnell del gobierno. El general murió al año siguiente, el 5 de noviembre, pocos días antes de que los Bringas se mudaran a la Costanilla de los Ángeles.

Sin comentarios. 

Nota. Ya se ve que el uso del adjetivo de la discordia tiene antecedentes regios y literarios ilustres. Si en el caso que nos ocupa fue la reina quién juzgó y decidió, que sean ahora los ciudadanos quienes lo hagan con su voto. Al hilo de la definición que da el diccionario de la RAE, acepción 4, del adjetivo decente -"digno, que obra dignamente"-, me pregunto si recortar a más de la mitad la ayuda a los dependientes es un acto decente, y por consiguiente digno, o más bien un acto al que habría que poner el prefijo negativo "in-" a los adjetivos de marras para calificarlo. Que juzgue cada cual. Me gustaría recordar, finalmente, la figura del expresident Pujol, asomado al balcón del Palau de la Generalitat, sede del gobierno autonómico, en la Plaza de Sant Jaume" de Barcelona, vociferando, al calor del caso Banca Catalana, la histórica frase: "el govern ha fet una jugada indigne" ["el gobierno (socialista) ha hecho una jugada indigna" (indecente)]; no sé si con lo que ha ocurrido recientemente, esta rotunda afirmación del expresident se sostiene; en cualquier caso, nadie se rasgó las vestiduras entonces.

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