lunes, 25 de marzo de 2019

Tanka de la pérdida



Nada me importa
que todo se perdiera
al fin y al cabo
siempre ocurre lo mismo
nunca puedo evitarlo. 

Nota. La fotografía de la casa de Erasmo en Aderlecht, Bruselas, la tomé en marzo de 2016. 

2 comentarios:

Fackel dijo...

Nada se pierde del todo
cuando uno retiene miradas
olores sonidos voces presencias
apenas viajero de una vida efímera
voy y me río de mis propios pasos.


Gracias.

Joselu dijo...

Cuando uno está en la cresta de la ola, en pleno éxtasis del triunfo, ya ha comenzado el declive. Todo es pérdida.