Leo con asombro el artículo de Claudia Piñeiro "No me morí mañana", en "La cuarta página" de la edición de El País de hoy. Por si le sirve de consuelo a la autora, a mí me hicieron lo mismo: anunciar mi muerte en la página de Wikipedia dedicada a mí. Me vi obligado a escribir una "fe de vida", publicada en este blog el seis de julio. Una compañera y amiga rectificó la broma macabra, por calificarla de algún modo. Tiene mucha razón Piñeiro cuando dice que "el anonimato es el gran talón de Aquiles del sistema virtual". Mi solidaridad.
2 comentarios:
Supongo que eso pasa solamente cuanto eres alguien y tienes incluso página en la wikipedia. Para los que somos insignificantes es difícil que pase algo semejante. Pero puedo entender el sentimiento de zozobra y confusión a que puede dar lugar una broma como esa.
Esas páginas de Wikipedia recogen, al menos en mi caso, lo que se ha publicado y poco más, no creo en absoluto que eso signifique "ser alguien", del mismo modo que, después de leer las entradas de tu blog, nadie en sus cabales consideraría "insignificante" a alguien como tú.
Al margen de esta puntualización, creo que el tema es otro; de lo que aquí se trata, a mi juicio, es de la impunidad en la red, de que cualquiera pueda hacer y decir, amparándose en el anonimato, lo que le venga en gana, hasta publicar que has fallecido, de eso se trata y no de ninguna otra cosa.
Un fuerte abrazo, Javier.
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