lunes, 23 de diciembre de 2013

Mi alma antigua de niño: ¡Feliz Navidad!


A todos los que pasáis alguna vez por aquí, y a los que no pasáis también, os deseo feliz navidad y un próspero, si puede ser, 2014.

Voy a necesitar, para los tiempos que vienen, recuperar mi alma antigua de niño, así que estas navidades haré como Federico García Lorca en el poema de 1919 "Balada de la placeta", incluido en Libro de poemas, 1921: irme muy lejos, cerca de las estrellas, para pedirle a Cristo Señor que me devuelva mi alma antigua de niño:

Se ha llenado de luces
mi corazón de seda,
de campanas perdidas,
de lirios y de abejas.
Y yo me iré muy lejos,
más allá de esas sierras,
más allá de los mares,
cerca de las estrellas,
para pedirle a Cristo
Señor que me devuelva
mi alma antigua de niño,
madura de leyendas,
con el gorro de plumas
y el sable de madera.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Antonio Machado, el largo peregrinar hacia la mar


Tiene razón Alfonso Guerra cuando escribe en el prólogo de este libro que la obra de Machado sigue viva para viejos y nuevos lectores. Monique Alonso, quien ya había publicado en 1985 un excelente libro sobre el poeta titulado Antonio Machado. Poeta en el exilio, en editorial Anthropos, nos da ahora esta crónica de los tres últimos años de la vida del poeta, que arranca en el Madrid de 1936 y termina con el fallecimiento del escritor en Collioure en 1939. 

Riguroso, documentado y muy bien escrito este libro se lee, a pesar de ser conocidos en lo sustancial los hechos que en él se narran, con pasión y estremecimiento; se vuela sobre sus páginas, y cuando se llega al final, nos gustaría que el libro no acabase y que la autora nos siguiese contando más detalles sobre el menesteroso final del poeta.

Corrige la autora algunos errores que se han venido repitiendo desde hace años y aporta nuevas datos, fruto de sus pacientes y rigurosas investigaciones, sobre el peregrinar del poeta en el exilio.

No elude Monique Alonso los aspectos más controvertidos de la actuación del poeta en esos años. Por ejemplo, cuando no quiso firmar un escrito de ayuda a Félix Ros que le presentó el editor José Janés cuando Machado estaba hospedado en la Torre Castañer de Barcelona. Mi amigo Jusep Mengual recoge ese episodio en la biografía de Janés que publicó recientemente, en septiembre de 2013, en Debate, bajo el título A dos tintas. Josep Janés, poeta y editor.

Me parece que el enigmático viaje de Manuel Machado a Collioure no se aclara suficientemente. Se afirma que tal viaje existió, pero no se aporta ningún documento que lo pruebe. José Machado, el hermano del poeta, quien le acompañó en el momento de la muerte, no alude a ese viaje, cuando tan fácil le hubiera resultado hacerlo, en su libro Últimas soledades del poeta Antonio Machado. Recuerdos de su hermano José, publicado por Ediciones de la Torre en 1999.

En fin, al margen de esos debates siempre abiertos, el libro es magnífico y recomiendo encarecidamente su lectura, sobre todo a los jóvenes lectores que desconozcan o tengan solo una visión superficial de los hechos aquí narrados. Lo mejor que puede decirse, al margen de alabar el rigor histórico y filológico, es que este libro se lee como si fuera una novela o como si fuera una crónica de un tiempo doloroso y apasionante.

viernes, 6 de diciembre de 2013

1991: Mandela en Barcelona


Como suele decirse, yo estuve allí. Apenas hacía un año que Mandela había salido de la cárcel. Pasqual Maragall era alcalde de Barcelona. Estaba la ciudad en puertas de vivir la Olimpíada del 92. Mandela no era aún presidente de Sudáfrica, pero era un símbolo de la lucha contra el racismo, y también lo era de la defensa de las libertades, la igualdad y la decencia. Por eso fui a verlo aquella tarde. Pocas personas he visto que comunicaran tanto simplemente con su voz y su presencia. No sé si mi ciudad le dio la importancia que tenía. Le habían preparado, por todo escenario, un rústico tablado en una esquina de la Plaza de Sant Jaume, de una austeridad improvisada y un punto inadmisible, para que se dirigiera al escaso público, negros en su inmensa mayoría. El acto duró poco. No tengo fotos y por eso las tomo de la prensa. Recuerdo el sonido de los tambores que tocaban los negros y sus cánticos y sus bailes y hasta creo recordar que Mandela también bailó, ¡dichosa memoria!... La impresión que nos causó no se me ha olvidado. Descanse en paz.

martes, 3 de diciembre de 2013

Tanka del tiempo



TANKA DEL TIEMPO

Pasan veloces
como nubes los años
asombro y vértigo
caudalosa esperanza
en las aguas del tiempo.

Nota. La foto de este edificio barcelonés es de MQ.