lunes, 23 de enero de 2012

Lo que desarma en él


En esta tarde de enero, en que tengo noticia del fallecimiento de Miguel García-Posada, mientras leo el último volumen de las memorias de Julián Marías -¡qué extraordinaria lección de vida!-, me llega un correo de mi amigo Joaquim Parellada con una cita que no me resisto a compartir con quien se pase por aquí. Es de un texto de nuestro admirado José-Carlos Mainer y en él escribe sobre dos de los autores que tanto queremos Joaquim y yo, Galdós -tan bien editado por él y por Teresa Barjau- y Baroja. La amistad se mezcla con la melancolía, la vida es hermosa cuando existe la amistad, nunca seremos quienes somos sin la amistad.

“… lo que desarma en él [Baroja] es su melancólica desesperanza, su nihilismo sincero y su sinceridad de fondo… Puede resultar enfadoso alguna vez, pero su frecuentación no me cansa nunca porque es un escritor que gana cuando lo lees a lo largo, por extenso… como comprobé al editar las Obras completas y volvérmelo a repasar de cabo a rabo y por su orden…Galdós es el ser humano más cabal [¿recuerdas nuestra cita de Cernuda al respecto?], aunque no sé qué opinarían las amantes que se quitaba de encima de modo poco piadoso… Es un inventor de mundos vecinos en los que siempre hay una nota de piedad, otra de humor y otra de utopía: la primera nunca es sensiblera, la segunda –excipiente casi obligado de la novela de su época—tampoco es blanda; la tercera nunca es retórica.”


J.C. Mainer (conversación entre él, Juan Marqués y Julio José Ordovás) en Para Mainer, La Veleta, 2011.


¡Qué capacidad de síntesis! ¡Hay cuatro o cinco tesis doctorales en germen en estas líneas!

2 comentarios:

Rafael Hidalgo dijo...

A la cabra le tira el monte, así que yo voy al comentario que haces sobre tu actual lectura de Marías. ¿Qué te ha parecido en lo que respecta a tu estudiado y admirado Besteiro? (Tomo 1 de las Memorias). La verdad es que conmueve su actitud y su relación, ¿no te parece?

Un abrazo.

Javier Quiñones Pozuelo dijo...

Gracias por tu comentario. Te contesto en la entrada de hoy, Rafael, 27 de febrero y lo hago a través del género epistolar.
Un abrazo, Javier.