lunes, 17 de mayo de 2010

En el adiós a Juan Luis Alborg



El pasado 6 de mayo falleció en Bloomington, USA, el crítico literario e historiador de la literatura española Juan Luis Alborg. Leí la noticia en los “Obituarios” de El País, en la edición del viernes 14 de mayo. La nota la escribían su editor en Gredos, Manel Martos y la profesora María de los Ángeles Encinar.

No creo que haya una sola biblioteca personal de profesores y de lectores curiosos en la que no estén los cinco magníficos volúmenes de su Historia de la literatura española, que la editorial Gredos fue publicando en las últimas décadas. Tampoco creo que hubiera uno solo de los opositores al Cuerpo de Agregados de Bachillerato, hoy de Profesores de Enseñanza Secundaria, que no llevase entre sus materiales de trabajo los correspondientes resúmenes extraídos de las páginas de los distintos tomos de esa obra. Ni creo, en fin, que falten en ninguna biblioteca, escolar o no, que se precie de serlo. Ahí queda pues el trabajo de Alborg, ocupando un espacio en nuestras estanterías tras haber abierto senderos de lectura y de interpretación en la memoria de sus muchos lectores.

Era Juan Luis Alborg un crítico a contracorriente, que hacía gala de su independencia a la mínima ocasión que se le presentaba. Así en el prólogo del libro cuya imagen sirve para ilustrar esta entrada, escribía el crítico valenciano: “Mi mayor orgullo es no haber llevado jamás en ninguna parte de mi persona, desde la solapa a los jamones (que es donde se graba bien) la marca de ninguna ganadería. Ni aceptado jamás cargo, sinecura o remuneración no procedente de mi absoluto trabajo profesional. Cosa esta en la que siempre he puesto muy buen cuidado.”

El primer volumen de Hora actual de la novela española es de 1958. El segundo, el que traigo aquí, es de 1962. Alborg, que siguió un camino parecido al de Ignacio Soldevila, valenciano como él, fue de los profesores que, para seguir investigando, tuvieron que marcharse a Estados Unidos. Allí llegó Alborg en 1961. Se hizo, en tierras norteamericanas, con las obras que pudo de los novelistas del exilio, las que lógicamente no se podían editar en España por la fuerte censura del régimen de Franco, y preparó tres estudios sobre Ramón J. Sender, Max Aub y Arturo Barea, que publicó en el mencionado volumen junto a autores como Gonzalo Torrente Ballester, Jesús Fernández Santos, Sebastián Juan Arbó, Juan Antonio Zunzunegui o Elena Soriano entre otros. Ello nos da muestra de cómo Alborg entendía que la literatura española, la novela en concreto, de esos años era una sola que se publicaba dentro y fuera de España exclusivamente por razones políticas, pero que eran dos ramas hermanas e hijas del mismo tronco común, la tradición literaria hispánica. Es la suya un visión certera e integradora que a la altura de 1962, año en que se publicó el libro, cuando tan escasas noticias se tenía del quehacer literario de tantos escritores que se vieron forzados a abandonar España tras la derrota de la República en la Guerra Civil, aún no se había publicado el libro de Marra-López Narrativa española fuera de España (1963), nos muestra en qué forma hubiera debido escribirse la historia de la novela de aquellos años: Cela junto a Ayala, Aub junto a Delibes, Sender junto a Torrente Ballester, Barea junto a Laforet.

Nos deja, pues, Juan Luis Alborg, pero nos quedan sus estudios y sus reflexiones certeras sobre nuestra literatura. Me sumo desde aquí al dolor de su familia y amigos, que es el mismo de cuantos leímos con devoción lo que escribió.

Nota. Google, que posee imágenes de todo o de casi todo, no ha sido capaz de suministrarme un solo retrato, una sola fotografía de Alborg, así que me he visto obligado a coger mi cámara digital y malfotografiar, pido disculpas por ello, la foto familiar que ilustraba los comentarios de El País.

4 comentarios:

Toni Solano dijo...

Aunque yo soy ya de la época de Rico y su Historia y crítica..., he visitado en más de una ocasión el Alborg. Son tan invisibles nuestros humanistas más destacados...
Un saludo.

Javier Quiñones Pozuelo dijo...

Gracias por tu comentario, Antonio. En efecto, la discreción es una virtud muy practicada por nuestros grandes humanistas.
Un abrazo, Javier.
Enlazo tu bitácora a mi nave.

Joselu dijo...

Poseo los cinco volúmenes de Gredos de Alborg. Hace tiempo que no los consulto pero recuerdo con emoción el placer que encontraba durante mi carrera y años posteriores de oposiciones de transitar por sus páginas doctas y amenas que me maravillaban por su riqueza de datos y de interpretación. No cabe duda de que me saqué las oposiciones con Alborg. Lástima que luego haya sido innecesario para nuestra profesión, confieso con pesar. Siento su pérdida de la que no había tenido noticia. Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Hola, me llamo Gustavo:

Estuve leyendo en la Wikipedia la biografía de Juan Luis Alborg y en dicha biografía dice lo siguiente:

Entre sus obras destacan Hora actual de la novela española (1958), Sobre crítica y críticos (1991) y, por encima de todas, su Historia de la literatura española (1966-1999), que dejó inconclusa.

Yo creía que su obra de la Historia de la literatura española estaba completa, pero para mi sorpresa no es así, ya que en Wikipedia dice que quedo inconclusa.

¿Alguien sabe porque no la termino de concluir?. ¿Fue debido a su muerte o hubo otros motivos para que no la terminara?.

¡Saludos a todos!.