viernes, 9 de enero de 2009

Impresiones y tardes


1

La soledad de los parques
y la luz indefinida
y nimbada de la tarde
dejan un poso en mi alma
de nostalgia y lejanía,
como si fuera la vida
la memoria de los sueños
y no este incierto presente
coronado de cipreses
y apuntalando ruinas.


2

Algunas veces la tarde
desmorona sus perfiles
y cuando nada esperamos
se precipitan las sombras
sobre el corazón cansado,
pierden su sitio las cosas
y hay un sabor de ceniza
estancado en la memoria,
entre las horas perdidas
y la bruma de los años.


3

Bill Evans desgrana notas
llenas de melancolía,
tristeza sobre el piano,
en la tarde gris de lluvia.
Su música me estremece,
me lleva por el camino
de los sueños quebrantados
y de las viejas nostalgias.
Cuando cesa la tormenta,
el vuelo de los vencejos
por detrás de los tejados.



4

Hay tardes inesperadas,
fuera de los calendarios,
imprecisas como niebla,
invisibles como sueños,
de luz esquiva y doliente,
de fotografías viejas,
de poemas repetidos.
Hay tardes en las que olvido
que de tu amor solo guardo
un referente de sombra.




Nota. Las fotografías que ilustran esta serie de poemas a la tarde pertenecen todas ellas a una serie sobre los almendros de los campos aragoneses en las cercanías del Moncayo y fueron tomadas una tarde de primavera.

1 comentario:

Gemma dijo...

Bonitos almendros en flor, Javier. También me gustaron los poemas.

Un abrazo