miércoles, 9 de septiembre de 2015

La claridad metafísica de Ruiz-Borau


Escribía en su tiempo don Antonio Machado que era "poco sensible a los primores de la forma, a la pulcritud y pulidez del lenguaje, y a todo cuanto en literatura no se recomienda por su contenido". Señalaba también que en la metáfora genuinamente poética subyacen tres elementos: intuición, emoción y "relación necesaria con una experiencia humana compartida para evitar la excesiva subjetividad". Esa poética machadiana parece estar en la base de la manera de entender la poesía de Alberto Ruiz-Borau; así, en el breve prólogo de la obra, dice el autor: "es [la mía] una poesía que no busca la sonoridad de las palabras, sino que define sentimientos".

En sus poemas, que el propio autor califica como "gritos silenciosos en busca de respuestas", Ruiz-Borau reflexiona sobre las inquietudes existenciales que acompañan la vida de los seres humanos desde la noche de los tiempos: el sentido del vivir, la muerte, la vida después de la muerte, el paso del tiempo, la llegada de la vejez... Pero Ruiz-Borau no es un filósofo metafísico, sino un poeta que indaga en el sentimiento y lo expresa con la máxima claridad, siguiendo el viejo canon renacentista de escribir sin afectación, con naturalidad, para que cualquier lector, incluso quienes no leen poesía habitualmente, lo puedan entender:

LA VIDA
La vida es un sueño
que se sueña al revés
primero se despierta
y se duerme después.

Hay en el libro un tono melancólico y elegíaco, hasta cierto escepticismo producido por el paso del tiempo, pero no hay desesperanza. La posición del autor frente a estos asuntos de tanto calado humano está dominada por el sosiego, por la cordialidad, por la naturalidad con la que se acepta que no hay respuestas para este tipo de preguntas y que por mucho que busquemos, al final hemos de acabar reconociendo que sobre eso, la trascendencia del ser humano, no sabemos nada: "Y es que nada sabemos del porqué / ni para qué vivimos. / Si miro el cielo: Vacío, / soles que arden y se extinguen, / infinito y caos, eso veo. / Si me preguntáis qué siento / os confesaré que es miedo".

Los recuerdos lejanos de la infancia, perdidos en el tiempo, son un motivo temático muy presente en el libro, como también lo es la noche, la contemplación del cielo estrellado. En un magnífico poema dedicado a Mercedes Dieste, niña también, como Ruiz-Borau, de la Guerra Civil, evoca el poeta aquellos años duros: "Abel fueron los niños que aventó la guerra / a los cuatro puntos cardinales / las madres / que alimentan a sus hijos / con sopa de centeno / y lloran a escondidas / mientras gotea un tiempo / de días amarillos / que parecen eternos, / aunque no es cierto".

Notable es también la "Elegía" que el autor dedica a la muerte de uno de sus hermanos. En el libro hay hermosos poemas de amor y algún autorretrato, como el titulado "Ayer y hoy", en el que poeta nos da la visión que de sí mismo tiene ahora: "Ahora soy alguien / que camina con sosiego / acompañado de un perro, / y que va buscando el sol / en las mañanas de invierno, / que de bienes y de amigos, / está viviendo de restos / y que lleva en los oídos / canciones de un tiempo viejo".

Polvo de estrellas (2013) es un hermoso libro de poemas con una escritura diáfana y un contenido que se va filtrando, en cada verso leído, sosegadamente en el alma. 

Nota. Alberto Ruiz-Borau nació en Barcelona en 1928. Es hijo del escritor aragonés José Ramón Arana (José Ruiz Borau) y de Mercedes Gracia Argensó. Ha escrito desde siempre, pero publica desde no hace mucho. Se autoeditó sus obras durante años, pero de un tiempo a esta parte publica en la editorial aragonesa "La fragua del trovador". Es narrador y novelista y entre sus obras destaca La piel de la serpiente (edición del autor, 2001). Es autor, entre otras obras, de la novela El año que perdí el otoño (2007) y de Leyendas de la Jacetania y otros cuentos (2010), editadas por la editorial mencionada. Polvo de estrellas se publicó en 2013 y se hizo una lectura pública, acompañada de música, en el Club de Lectura de la Biblioteca de San Mateo de Gállego, lugar de residencia del autor.

1 comentario:

m. isabel glez. dijo...

será posible encontrar en la obra de ALBERTO RUIZ-BORAU referencias con imágenes(retratos) de su madre MERCEDES GRACIA ARGENSÓ y de su abuela paterna PETRA BORAU? hago esta pregunta desde México (mi país) porque pretendo elaborar una semblanza de ambas(personajes femeninos), que son determinantes en la vidas de otros personajes, y únicamente he encontrado las pocas referencias que ofrecen los sitios donde encuentro los textos de ALBERTO, tengo mucho interés (más de lo que podrían imaginarse)en contactar a ALBERTO RUIZ-BORAU, pero por lo pronto me conformaré con buscar sus publicaciones,(aunque algo difícil por la distancia, espero encontrarlas en PDF sobre todo sus poemas.

a t e n t a y esperanzadamente : M. ISABEL GONZÁLEZ. Guanajuato Méx. 20 enero/2017